7 meses sin ti.

Gracias por haberme regalado tanta vida. Gracias por creer tanto en mí. Tú, que me veías bailar, cantar y disfrazarme cuando era pequeña. Inventarme mis sueños y luchar por ellos. Gracias por ayudarme a levantar mi vida con duras palabras, porque hoy son los pilares de mi existencia. Gracias por dejarnos pintarte las uñas y ponerte carteles y gastarte tantas bromas. Por esas mañanas en las que venías a despertarnos cogiéndonos de los pies, aunque estuvieras tan malito. Gracias por estar allí para verte. Gracias por haberme querido incluso cuando no te llamaba por pereza. Gracias por esa alegría que sentías siempre cuando te hablaban de vivir. Por tus fuerzas y tu debilidad. Por las comas y los puntos. Gracias por haberme recordado que lo más importante de este viaje; la meta más lejana a la que se puede aspirar y el medio más intenso para lograrla; es la búsqueda de la felicidad, pase lo que pase.

Te quiere siempre, tu 'mono Montoya' (uno de los tres).